Hola, soy una silla de ruedas y vivo en Tagore desde que abrió sus puertas en 2009…
Disculpen ustedes el retraso. He estado “enferma”. Una de mis ruedas se salió y he estado casi un mes en el mecánico…
Pero ya estoy
de nuevo en funcionamiento llevando y trayendo a mis residentes de un sitio a
otro (Principalmente saliendo a la calle que el invierno ha sido muy duro y había
mucho hambre de sol y aire).
En mi mes de
convalecencia he aprovechado para seguir formándome porque en estos tiempos, lo de la formación continua es fundamental
así seas el mejor neurólogo del mundo o silla de ruedas al uso y una de las
cosas que me ha sorprendido en mi búsqueda de información han sido las claves
que los profesionales consideran fundamentales a la hora de la elección de una
u otra residencia.
De esta decisión depende muchas veces la futura calidad de vida de nuestros mayores.
Haciendo un
remix de artículos y ponencias os dejo con ellas para ver si la compartís
conmigo.
Salubridad: las condiciones de limpieza e higiene deben estar muy
cuidadas tanto en las instalaciones como en el aseo y ropa de los residentes.
Accesibilidad: los espacios y el acondicionamiento de los mismos
(utilidad de cada espacio, mobiliario,…) tienen que garantizar la máxima comodidad posible y minimizar
los posibles riesgos de accidentes.
Seguimiento del proceso de cada
persona: es importante
desarrollar un seguimiento individualizado de la evolución y el bienestar del
residente, así como que esta información se traslade a la familia.
Profesionales: Tan importante es conocer el volumen de profesionales de
atención directa, como saber qué perfiles profesionales existen en la
residencia. Dependiendo del número de residentes los criterios varían pero, ya
sean personal de estructura o personal externo el equipo multidisciplinar debería
estar compuesto por médicos, psicólogos, psiquiatras, ATS/DUE, fisioterapeutas,
terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y técnicos de integración
social, además de puestos más administrativos como el de dirección,
coordinación del centro y personal de administración.
Formación de los cuidadores: siguiendo con el personal de la residencia, es importante
obtener la máxima garantía posible sobre el adecuado nivel de formación y el
buen trato que cada uno de los profesionales dispensan a los residentes.
Dieta: todo lo relativo al servicio de comida, tanto en su
calidad, como en su variedad es una de las claves decisivas a la hora de la
elección de la “futura casa”.
Protocolo de admisión: es un aspecto fundamental a la hora de decidirse por una
residencia u otra es el protocolo de admisión, fundamentalmente, en todo lo
referido al conocimiento de la persona mayor y su entorno más cercano.
Conocer a la persona, sus gustos, preferencias,
habilidades, dificultades, necesidades, problemas de salud, su historia de
vida,… es imprescindible para prestar una atención de calidad y para que el
residente se sienta a gusto, como en su propia casa.
Servicios complementarios: son convenientes también otros servicios que mejoran la calidad de vida de la persona mayor. Servicios estéticos (peluquería, estética, podología – aunque este último también es un servicio de salud-,…) servicios de masajes o realización de actividades fuera de la residencia e integración en la comunidad, etc.
Creo que en Tagore cada día nos esforzamos para que
nuestra “casa” cumpla todas estas claves y no porque queramos ser los elegidos,
sino porque creemos que independientemente de vuestra elección, las cosas hay que
hacerlas bien, sobre todo, cuando lo que tenemos entre manos, son personas.
Ahora me despido hasta la próxima porque aunque estoy en
pleno funcionamiento, necesito mis tiempos de descanso.
Ahh! os dejo con un corto que no tiene nada que ver con el tema que hemos tratado, o tal vez si por que digo yo que el concepto calidad de vida es muy muy amplio...
Este corto ha sido galardonado en varias ocasiones en diferentes festivales de cine nacional. Disfrutadlo!!
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